martes, 30 de noviembre de 2010

HAY UN DUENDE EN MI CASA

Desde la semana pasada que tenía ganas de sentarme a escribir en el blog sobre el tema del proyecto de ley que pretende asignar puntajes a las personas en las licencias de conducir, pero voy a tener que dejar ese tema para otro día.

Hace mucho tiempo (desde que llegamos a esta casa) todos quienes habitamos en ella hemos sufrido la pérdida y posterior aparición de cosas en los lugares más insólitos. Hace unos días busqué mi traje de baño para tomar solcito (¡qué rico que por fin llegó el verano!) y encontré sólo la parte de arriba en el cajón donde siempre lo guardo. Busqué en todos los cajones, en la pieza del planchado, en la ropa tendida, etc. Revolví mis cajones varias veces, y...nada, no estaba. Durante todo ese rato Carlos estaba en la pieza leyendo, y obviamente me vio buscando el famoso traje de baño. Como a la quinta vez que vuelvo a mi closet, ahí estaba, a la vista sobre una repisa!!!! Carlos me mira con cara de no-lo-puedo-creer, y me dice ¡No estaba ahí, yo VI que no estaba! Obvio, fue una travesura de nuestro duende, que ha hecho tantas cosas que ya tiene nombre: se llama Macareno.

Una vez Claudia (mi procuradora/mano derecha) mandó un escrito en un archivo PDF al 4° juzgado de Familia. Llegó un mail de vuelta avisando que no correspondía el RIT de la causa, revisamos y el archivo decía "Tercer Juzgado". Qué raro, si lo habíamos requete revisado. Lo hicimos de nuevo, lo revisamos ambas, y lo mandamos recontra dirigido al 4°. Por segunda vez, llega de vuelta el escrito dirigido al tercero!!! Ese fue el día que le pusimos nombre al duende, se mete hasta en archivos PDF!

Pero hoy en la mañana me hizo la travesura más ingeniosa. Resulta que Carlos me dejó un cafecito en el velador tempranísimo en la mañana, y yo estaba completamente fuera de servicio. Cuando desperté, tomé la taza, y la metí al microhondas para calentarlo. Fui al baño, y cuando volví el micro estaba funcionando, abro la puerta y estaba vacío. Busqué la taza por todas partes, hasta en el baño. Era el tazón favorito de Carlos, del Colo Colo, yo estaba SEGURA de haberla llevado a la cocina y de haberla metido al microhondas. Busqué y busqué, pero no estaba, así que me hice otro café. Al ratito se levanta Carlos hijo, lo acompaño a la cocina a hacerse el desayuno, abre la puerta del refrigerador para sacar la leche y ahí estaba la taza del Colo Colo, entre los yogures!!!!

Yo respeto toda clase de seres, incluso aquellos cuya existencia se duda, como los duendes, pero me gustaría entender por qué el Macareno me toma el pelo de esta manera!!!!

Saludos a tod@s, que pasen un buen dia y que no se les pierda nada!

Solange

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