No soy Católica, pero de todos modos no me puedo desentender de la polémica actual sobre el tema de los abusos sexuales contra niños cometidos por sacerdotes. Esto por una razón muy simple: cuando un adulto abusa de un niño, se trata de una situación grave y que causa daños que pueden ser irreparables, un daño que dura toda la vida. Nadie debería desentenderse. Si uno se entera que el niño o niña que vive al lado está siendo abusado, lo más natural y lógico es hacer una denuncia inmediatamente, y no sólo por ese niño en particular sino por todos los otros que están cerca del abusador, y que están en riesgo por ese sólo hecho. Esto es algo que no tiene nada que ver con la obligación de hacer denuncia, sino que es de sentido común, o de moral, como quieran llamarlo.
La Iglesia recibió denuncias de este tipo durante años y hasta "investigaron", la mayor parte del tiempo tratando de tapar el sol con un dedo, y lo que es peor, permitiendo que los abusos continuaran.
Por otra parte, si la Iglesia tiene su propio sistema jurídico, normas, tribunales, sanciones, y no se relaciona en absoluto con el sistema judicial del país, en realidad no se diferencia mucho de los Musulmanes, con su Corán y Cortes Sharia. Es más, la Corte Sharia dictaría una sentencia mucho más grave en casos como los que estamos viendo acá, que un simple cambio de parroquia o de Mezquita.
Por último, no entiendo cómo puede el Sr. Fiscal Nacional decir a priori que le parece que no hay responsabilidad de la Iglesia en este caso, lo cual implica un juicio ya hecho antes de investigar siquiera. Me parece el colmo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario