En general, los gobiernos intentan clasificar a las familias según sus ingresos, televisores, refrigeradores y otras vainas, con el objeto de hacer políticas públicas que vayan en ayuda de aquellos que están en la línea de la pobreza y por debajo de ella. Por debajo de la línea de la pobreza, está solamente la indigencia. En Chile, vemos personas indigentes todos los días, pasamos caminando al lado de ellos y no los vemos. No vemos a quienes padecen -por ejemplo- de esquizofrenia, no tienen tratamiento, y se acuestan en el paseo Huérfanos con parka en pleno verano. Ellos pueden alimentarse de limosnas o basura de los restoranes, y pueden bañarse y beber agua potable de grifos. Digo que no los vemos, porque ellos tienen derecho a recibir un tratamiento, sin embargo el "sistema" no contempla que Carabineros ni ambulancias los lleven a un servicio de urgencias de algún hospital psiquiátrico, y además estos hospitales no dan abasto. Pero ahí están, viviendo en la calle y bebiendo agua potable.
En Nigeria en cambio, el agua potable no existe salvo que alguna empresa haga tratamiento a la suya propia. Igual uno tiene que escupir en la ducha todo el rato y jamás tomar bebida con hielo.
Ellos sólo distinguen entre agua "sucia" y agua "limpia". La sucia es la que viene por un río llena de tierra, basura, excrementos. La limpia es la que viene de pozos o que ha sido tratada. La gran mayoría de las personas -que son millones- se bañan, lavan la ropa y beben agua sucia. Esta gran mayoría no tiene trabajo, y se alimentan de lo que la selva les da: frutas, caimanes, antílopes, y a veces logran plantar un poquito de maíz o caña de azúcar. Enfermedades como poliomelitis, fiebre amarilla, malaria, tifoidea, SIDA y otras incontables, están a la orden del día. En el mundo entero -pero básicamente en Africa- muere un niño cada 6 segundos de hambre. Nunca vi un hospital en la capital de Nigeria, Abuja. Nunca vi que una aldea tuviera energía eléctrica, ni extracción de basura, ni orfanatos en los que cada niño tuviera su propia cama. Duermen de a tres o cuatro en cada una. Sí vi muchos niños desnutridos, que tienen suerte cuando comen una vez al día. Colegios con 200 alumnos sin baño ni un grifo de agua, en los que ni la mitad de los niños estaban inscritos. ¡Qué registro civil ni que ocho cuartos, si necesitan agua , comida, vacunas! En Nigeria -sobre todo en las aldeas- más del 50% de las personas son analfabetos. Eso no es indigencia, es indignidad absoluta.
Sí ví en el hotel de no-sé-cuántas-estrellas- resguardado por montones de guardias premunidos de AK-47 y toda clase de armas, cinco generadores propios para asegurar la energía eléctrica, piscina gigante y ocho restoranes, a muchos personajes públicos que alojaban allí para evitar ser secuestrados, Emires, etc, todos de la clase del "quinto quintil". Creo que ellos son aún más ciegos que nosotros. Y si no son ciegos, son definitivamente perversos.
No logro entender porqué no se hace la distinción entre indigencia y la insoportable indignidad en que viven tantos seres humanos, y se me ocurre que si se hiciera tal distinción se podrían hacer políticas públicas más adecuadas, más realistas. Quizás hasta se podría descubrir por dónde empezar para poder aliviar tanto sufrimiento. Por ahora yo sólo me imagino que sean invadidos por extraterrestres buena onda que hagan primero un censo sin saltarse cientos de aldeas que están en medio de la selva, y les lleven comida, vacunas, ropa, generen empleos, etc.
No logro entender por qué se mete en un mismo saco -el de los países de economía emergente- a lugares tan diferentes. Nosotros tenemos energía eléctrica con o sin Punta de Choros, tenemos agua potable, hospitales, vacunas, registro civil y nuestros niños no se mueren de hambre. Nuestros niños van al colegio, reciben educación. Ellos no tienen nada de eso, sin embargo a los ojos del mundo somos iguales.
Nigeria me atrapó el corazón y me obligó a reformatearme. Nunca más voy a tomar un caso en que venga una clienta y me diga que no puede criar a sus tres hijos con menos de un millón y medio de pesos, y que sólo recibe un millón doscientos. La verdad es que el quinto quintil no me interesa en lo más mínimo.
